lunes, 2 de febrero de 2009

TERAPIA DE APUROS

-Tranquilízate, y despues contame.
- Lo de siempre, lo que ya sabes: estoy digiriendo la separación después de casi 10 años de matrimonio, estoy decidiendo mudarme, ya no soporto el título de amante, estoy recreando la relación con mis padres y organizando el cumpleaños número 5 de mi hija, con murga incluida.
Lo digo de corrido, a modo de inventario, estallando en lágrimas como nunca antes me había sucedido.
Olga me observa, y no dice nada todavía. Estallamos en risas, risas frescas, atolondradas, estridentes, risas escandalosas...
De la sensación de euforia y libertad individual a la pesadumbre de la soledad y el hastío. Al miedo. Rodeada de situaciones difíciles,
"Me dijiste hace poco que deseabas ser una asesina. Sélo, entonces: sólo debes decidir qué es lo que quieres matar “ No era literal, claro.

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